Fotografiar es casi un acto natural. En serio, desde que abrimos nuestros ojos por primera vez al mundo estamos “disparando” para guardar secretos: la sonrisa de mamá, la barba de papá, los lentes de la abuela o las canas del abuelo son imágenes que resguardamos en nuestra memoria. La fotografía -digital o analógica- es exactamente lo mismo.
Aunque mucha de la fotografía que se ve en las redes sociales es vanidosa, de detalles cuidados y digitalmente mejorados, la mayoría están inspiradas en recuerdos. Estudiemos un ejemplo: vas este fin de semana a la playa con tu novix y deciden tomarse una foto juntos... Lo harán para inmortalizar ese momento, y al mismo tiempo seguro lo hacen recreando una pose que han hecho antes o inconscientemente repitiendo una escena similar a una foto que tus padres tienen en la casa. ¡Ajá, sabes que lo has hecho y eso está genial!

Al final la fotografía es un conjunto de muchísimas cosas: es un medio de expresión, es un arte, es una ciencia, es un hobby, una profesión... Pero principalmente es una herramienta que nos ayuda a recordar, a conectar nuevamente con emociones y sensaciones del pasado; pero que también nos puede servir para proyectar una idea hacia el futuro.
Aunque las fotografías son, lógicamente, imágenes de algo que ya pasó; también sirven como una ventana a lo que está por venir. Cuando ves una imagen del verano de 2015, sabes que cuando llegue este verano puedes esperar mucho sol, calor y probablemente alguna aventura playera... Es una suerte de premonición también.
Y así como sirve para cosas tan cotidianas y quizás banales, funciona como un registro para hechos históricos, las pruebas de un crimen o la confirmación de una hazaña. Si nadie se hubiera tomado la libertad de fotografiar a Michael Jordan volando hacia el aro, nadie creería lo hábil que era; si no existieran imágenes de las protestas contra regímenes autoritarios, más personas creerían en las mentiras de algunos gobiernos.
Para inu la fotografía ha sido una herramienta fundamental desde el primer momento. Fue a través de ella que nació la pasión por otras cosas y fue gracias a ella que se abrieron muchas puertas que hoy permiten a este proyecto seguir creciendo. En inu no solo te invitamos a fotografiar y crear contenido, sino a hacerlo de forma consciente, creativa y desafiante; pero sobre todo que satisfaga tus propósitos.


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